domingo, 9 de enero de 2011

En algún lugar



Cuenta la leyenda que cuando le encargaron a una persona diseñar la botella que contendría la exitosa bebida Coca Cola, se le solicitó que, aún rota en mil pedazos, el envase pudiera identificarse tan sólo a partir de un pequeño trozo. Y con la botella de vidrio que utilizó la marca por años, la premisa funcionó a la perfección.

La última producción de Sofía Coppola es En algún lugar, y tiene todas las marcas que han hecho de la estadounidense una realizadora, ya a esta altura, reconocible a distancia por uno de sus fragmentos. Ella tiene una gran capacidad para retratar momentos aislándose de todo el resto, configurando el foco central sin necesidad de sobreexplicar lo circundante. Cuando debutó con Las vírgenes suicidas (1999), contó una historia de los más truculenta y oscura, casi como si fuera una comedia de travesuras juveniles de los años 60. En Perdidos en Tokio (2003) tuvo la sensibilidad para construir una relación pletórica de frases y caricias no dadas entre una jovencita y un señor maduro, ambos en pareja, sin trasuntar un solo gramo de culpa ni moralina. Y en María Antonieta (2006) nos contó la historia de los manuales del secundario con música pop, con lo que muchos descubrieron que los adolescentes no son una especie creada para fastidiar a los de más de 35 años, sino que existieron siempre. Ahora concentra al máximo su capacidad de observación y nos trae esta preciosa fotografía de un instante de la vida de un hombre con su hija que dura unos pocos días.

Johnny Marco (Stephen Dorff) es un actor de cine que está en la cresta de la ola. Joven, apuesto galán, las tiene todas consigo: un auto deportivo que tiembla la tierra, chicas gemelas que le bailan el caño en privado, hoteles de lujo para parar, mujeres que lo conocen allí dónde se encuentre… todo contado de entrada como para despertar un poco (al menos) de envidia en cualquier macho adulto. Claro, cuando se corre un poco el polvo se ve la superficie: Johnny esta solo. Tiene una hija, Cleo (Elle Fanning) de once años. Su madre y ex de Johnny, comparte a su hija con la estrella, pero en algún momento, necesita dejarla con su padre por más tiempo. Johnny deberá continuar con los compromisos de astro, pero deberá cumplir con su rol de padre a tiempo completo.

Él deberá llevar consigo a Cleo a viajes por el mundo en jets privados, compartir habitaciones de hotel con piscinas privadas bajo techo, a la vez que hacer un hueco a las señoritas que insisten en meterse en su cama y aparentar frente a periodistas y empresarios. Todas aquellas actividades pueden resultar vanas para Johnny, pero al fin y al cabo son las que lo mantienen vivo, porque él está hecho de eso. Su asistente Sammy (Chris Pontius), es como un primo para él y un tío divertido para Cleo. Juntos pasan horas frente a los video juegos durante el tiempo que su padre cumple obligaciones de contrato.



El mundo de Johnny es lujo y derroche por donde se lo mire. Pero la cámara de Sofía hace que no se sienta suntuoso, insultante o ajeno, sino que guía la mirada del espectador hacia dónde ella quiere, que es la percepción que toda esa cobertura de placeres y sensaciones es insuficiente para él. Su hija parece comprender a su padre con más adultez de la necesaria; sin embargo da lugar a sus genes y en ningún momento deja de sentirlo de su propiedad, reclamando territorio cuando alguna intrusa le disputa protagonismo. Es de destacar la actuación de la joven Fanning (a mi gusto de mejor proyección que su hermana Dakota), de una soltura y naturalidad sobrecogedora, fundamentalmente en los momentos más lúdicos de la historia, cuando se la ve jugar con su padre en largas tomas sin costura.

Tal vez para Sofía Coppola hacer este tipo de películas es ver la vida en capítulos. Esta vez decidió mostrarnos un recorte de la relación entre un padre muy importante y ocupado y de cómo de pronto debe hacerle lugar a su hija. No se puede resumir este filme como una peli que “cuenta la relación entre padres e hijos”. No. Es Una relación entre Unos padres y los hijos que tienen. Ella filma retazos, extractos de la realidad. El resto ya sabrá ponerlo cada uno.

No puedo ser imparcial con Sofía, lo sé. Es que ella si me entiende, es de mi generación; tenemos en común ciertas miradas de la realidad y la fortuna de nuestros padres. Mientras siga mostrando la vida de la hermosa manera que lo hace, me tendrá ya sabe dónde, en algún lugar, muy cerca de sus pies.

Imdb: http://www.imdb.com/title/tt1421051

No hay comentarios:

Publicar un comentario