lunes, 22 de noviembre de 2010

Aftershock



China es un mundo en sí mismo. A simple vista parece inabarcable; en detalle, lo es. Para la mirada occidental, las cifras, las distancias, las cantidades sobrepasan cualquier estimación. Una broma dice que en China todo debe decir “Made in acá”. Y es que todo lo producido allí de algún modo refleja ese volumen, en lo desmesurado que resulta el desafío de imaginar la organización involucrada en cada cosa. Recientemente se realizó el censo de la década, por ejemplo. Seis millones de encuestadores, todo un país mediano de Europa. Y así con todo.

Aftershock es la película que batió todos los récords de taquilla en China. (Esto es, como se imaginará, mucha gente yendo al cine). Está dirigida por Feng Xiaogang, y centra su relato en el sismo que sacudió la ciudad de Tangshan, en el norte del país en 1976, y dejó un saldo de 240000 muertos y 164000 heridos. Una madre, que pierde a su hija en el terremoto, se vuelve a reencontrar con ella 30 años después. Son 30 años de historia de ellos mismos como familia y de China como país, y el centro tonal de la obra es la reconstrucción. La material comenzó en 1979, duró hasta 1986 y costó cerca de 4200 millones de euros. La otra reconstrucción, la que involucra a las personas, llevó bastante más tiempo, y se intenta retratar en la vida de la protagonista.

La película, en términos de realización, es impactante. Drama post-catastrófico, dramón en algún momento, pero nunca sin perder la línea, destila tamaño por donde se la vea. Más sin ser grosera, sólo que se anima a ponerse a la par de cualquier superproducción de Hollywood, pero con sus propias reglas de juego.



Habrá que acostumbrarse a empezar a medir el discurso del cine chino con la misma vara que mesuramos el cine estadounidense. Hay una escena que muestra el desolador panorama tras el terremoto, cuando todo es destrucción y muerte. Una persona que ayuda a rescatar heridos insta a la mujer que tiene a su pequeño hijo herido en sus brazos a ir al aeropuerto de Tangshan en busca de ayuda. “Los médicos del Ejército Popular de Liberación están ahí”, dice.

Alguien en el cine seguramente levantará la ceja: chau, peli comunista. Aunque, hay que decirlo, no hayamos tenido el mismo gesto ante una escena que seguramente hemos visto cientos de veces, esas de militares norteamericanos en las que el oficial de rango escucha a un soldado que habla completamente rígido, a los gritos, mirando el infinito, y vociferando cosas como: “Somos el ejército de los Estados Unidos”, y alguna otra frase en la que posiblemente se menciona el dinero de los contribuyentes. Tal vez, el primer paso sea la película panfletaria; más tarde vendrá la subjetividad colonizada, y ahí entonces se podrá menguar con el discurso explícito.

En otra parte del filme, se muestra como una pareja de soldados adopta a la niña que queda sola tras el sismo. También se ve como los soldados que participaron en las tareas de rescate son recibidos como héroes al regresar a sus ciudades. Allí, los padres adoptivos de la niña comparten con ella el orgullo de ser parte de esa gesta. “¿Qué piensas?”, le dice la madre a la niña. “Nuestro ejército es como una gran familia revolucionaria. Todos serán como una gran familia para ti”. Y sí. Esa frase sería la equivalente a cualquier alusión a la capacidad de superación individual en una película norteamerica, en la que el padre pobre le señala a su hijo que no se desanime, que sin importar lo que posea, él podrá construir con sus manos el futuro que desee, si es que tiene la voluntad para hacerlo.



No se trata, de todos modos, de una producción que está constantemente bajando línea. Diseñada especialmente para el público local, intenta narrar los grandes cambios que en esos 30 años de historia sucederán en la vida de la nación, y estos hitos se referencian directamente en la vida de los protagonistas. La madre deja a su hija en el terremoto, porque la cree muerta. Ella debe optar por la vida de uno de sus dos hijos, ambos atrapados bajo una pesada losa de cemento. Salvar uno significará sacrificar el otro. La elección de su hijo varón le costará una culpa que cargará durante toda su vida.

La pequeña adoptó un trágico tic tras el desastre: mira las lámparas colgando del techo, para verificar que la tierra esté quieta. Casi no habla, pero sigue escuchando a la distancia. Sus nuevos padres debaten acerca de su comportamiento y la adaptación a la nueva vida. El hombre es más comprensivo, la mujer es algo más exigente. Juntos harán de ella una nueva persona.

Hay una pintura de la vida diaria, aquello directamente vinculado con la cotidianeidad. China no se muestra opulenta y fastuosa, pero tampoco se la ve miserable o precaria. Es una imagen muy común en las superproducciones de acción de Hollywood las persecuciones en la vía pública en países asiáticos. Y el entorno que se vislumbra es el de una gigantesca feria callejera, como si no existieran calles o avenidas. Siempre hay vendedores ambulantes, puestos de paso, y los pistoleros se balean en ese escenario, en el que la vida parece valer muy poco. Nada de eso aparece en la China de Aftershock.

La película ha sido preseleccionada para el premio Oscar al mejor filme de lengua extranjera. El director Feng Xiaogang, sin embargo, no está de acuerdo con que su trabajo participe en los premios estadounidenses, ya que considera que está pensada para el pueblo chino, y no forma parte de la idiosincrasia occidental. Se sabe que ese no sería demasiado problema: el mercadeo todo puede lograrlo. Si aquí en el sur de América se sincronizó el lanzamiento de la película Enterrado, que trata de un hombre encerrado vivo en un ataúd, con el rescate de 33 mineros atrapados en una mina en Chile. El músculo nunca descansa.

De aquí a un tiempo seguramente vamos a recibir más películas del gigante asiático. Su cine vale, tiene elementos en los cuales encontrarnos, y con los cuales competir limpiamente. Aftershock allana el camino, acorta distancias con occidente, pero no redondeando los ojos al máximo como en los dibujitos animados japoneses, sino mostrando personas de lugares sumamente lejanos próximas a nosotros.

Imdb: http://www.imdb.es/title/tt1393746/

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