viernes, 5 de septiembre de 2008
La herida
La película La herida cuenta la historia del Dr Fleming (Jeremy Irons), un ministro de gobierno que se encuentra en la meseta de su carrera. Fleming está casado con Ingrid (Miranda Richardson) y tiene dos hijos: Sally, una adolescente que carga con sus crisis, y Martyn, un muchacho mayor que trabaja en un periódico y está a punto de presentarles a sus padres a su nueva conquista. La vida del ministro no parece tener sobresaltos: vive en una casa muy bien puesta, está ubicada en un lindo barrio y tiene una criada latina; se advierte en el trato cotidiano del matrimonio cierto efecto de planicie producido por el paso de los años. En una charla con su esposa, Fleming muestra cierta reticencia a seguir ascendiendo en la carrera política, sabe que implicaría ciertos sacrificios que no estaría dispuesto a afrontar, y así lo expresa: “Mi familia es más importante para mí que mi carrera”, le dice para luego deambular solitario por el comedor de su casa, tan iluminada y poblada de objetos de arte, como falta de vida.
En una de las tantas aburridas veladas que exige el protocolo de su trabajo, Fleming se encuentra frente a frente con Ana (Juliette Binoche), quien se presenta como la novia de su hijo. Ana es una joven de una belleza tan misteriosa como enigmática, de aspecto pulcro y distante. La conversación entre ellos no puede ser más interrumpida por las propias miradas que se brindan el uno al otro, con enormes e incómodos silencios, pero sumamente expresivos. Posteriormente, Ana será presentada oficialmente en su propia casa por Martyn, y los cruces de gestos entre ellos serán una constante.
Nacerá en muy poco tiempo una relación tan apasionada y complicada entre ellos como inexplicable, con una casi ausencia de palabras, tal vez las mínimas como para concretar los fogosos encuentros. El ministro, que puede moverse como un pez en el agua ante periodistas y cuestiones del poder, muestra una debilidad y una compulsión extrema ante esta mujer, a la par que se formalizan los preparativos de casamiento con su hijo.
Un triángulo muy interesante, con un Jeremy Irons una vez en sus tortuosos papeles, con gran habilidad para mutar entre el todopoderoso y el débil hombre que cede a sus pasiones. Juliette Binoche es dueña de una belleza sumamente europea, gélida e intocable. La mejor escena está, sin embargo, a cargo de Miranda Richardson, nominada al premio Oscar del año 93, justamente por este papel.
Imdb: http://www.imdb.com/title/tt0104237/
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