sábado, 30 de agosto de 2008
Ryuichi Hiroki, el hombre que conoce a las mujeres
Ryuichi Hiroki es un director japonés nacido en 1955, y parece que de lo que más sabe es acerca de las mujeres. O al menos, del alma femenina, su cuerpo y sus sentires, como lo refleja en sus películas.
Hiroki proviene del pinku-eiga, que es la denominación que en Japón recibe el porno soft, o películas rosas. Este en un género muy popular en el imperio, y a diferencia de lo que sucede en occidente, haber pasado por allí no significa ningún descrédito, que lo digan Takashi Miike o Kiyoshi Kurosawa, entre otros. En una entrevista, el mismo Hiroki comenta que por aquellos años 70, trabajar en este tipo de cine era una forma de entrar en el circuito, como también lo eran las películas de yakuzas. Encima, la vorágine de este tipo de mercado exige la producción de películas en cantidad y con poco tiempo de realización, con lo cual, resultó ser una formación por demás interesante a la hora de manejar presupuestos y tiempos acotados. El director le tiene un cariño especial a este género, y no descarta volver a él en el futuro.
Hiroki cierra esta etapa allí por los 90, y en el año 2000 realiza “I Am an S+M Writer” (Soy un escritor Sado Masoquista - Futei no kisetsu), de alguna forma tendiendo un puente a lo que sería su nuevo estilo cinematográfico. Este film, lleno de toques satíricos y de humor, cuenta la historia de un escritor que para obtener inspiración, le pide a su asistente que tenga relaciones sexuales con modelos contratadas, a las cuales ata con sogas y cuelga de arneses, todo esto en la propia casa del escritor y bajo la mirada asombrada de la esposa. Hiroki cuenta que buscó realizar una película del estilo pinku-eiga, pero que se pueda mostrar en salas comunes y corrientes.
“Las mujeres son más interesantes que los hombres, son más fuertes y capaces, más divertidas y sensibles”, dice Hiroki, y en busca de una mujer compleja llega a “Tokyo Garbage Girl” (La chica de la basura de Tokyo - Tokyo gomi onna). Miyuki es una camarera sumamente tímida que está enamorada en secreto de su vecino Yoshinori, un joven que trata de despegar como músico de rock. La mujer aprovecha la oscuridad de la noche para hurguetear en la basura de Yoshinori y rearmar en su casa una forma de cuadro de situación de su amado en función las cosas que deshecha. El voyeurismo, la compulsión que azota a Miyuki y la confrontación a la que verá sometida cuando su vecino la descubra, son imágenes que Hiroki construye magistralmente.
El éxito internacional llega en 2003 con Vibrator (Vibrador - Vibrator). Está basada en una novela escrita por Mari Akasaka, y se trata de las experiencias de Rei, y su encuentro casual con un chofer de camiones de larga distancia. Rei es una mujer solitaria, que padece bulimia y anorexia, y busca combatir su soledad con el alcohol. Rei habla sola, o se habla a sí misma, y todos estos diálogos aparecen en la pantalla como carteles de cine mudo. “La inscripción de la palabra sobre la pantalla aparece en toda la obra de Godard, claro”, subraya Hiroki con nobleza. El vibrador al que hace referencia el título no tiene ninguna connotación sexual, sino que es la alarma que Rei ha elegido para su teléfono celular, que suena eventualmente bien cerca de su corazón, a modo de marcapasos.
Vibrator fue un éxito en Japón y gracias a la difusión aportada por diversos festivales, proyectó a Hiroki a nivel internacional. La actriz protagónica del film,la brillante Shinobu Terajima, y el el propio director se alzaron con cuanto premio hubo en danza por oriente. La imagen de la mujer japonesa que mostraba la cinta fue criticada por cierto sector pacato de la sociedad nipona. Hiroki se defiende: “Es verdad que la forma en que la protagonista toma la iniciativa sexual es bastante subversiva en relación con el modelo tradicional de mujer japonesa. Y ni qué decir de su alcoholismo. Pero el público la aceptó bien, y las mujeres se sintieron tan representadas que el protagonista llegó a convertirse en una especie de sex symbol.”
En 2004 vuelve con L`Amant, (El amante - L´amant), una historia acerca de una una colegiala que acepta un contrato para ser amante de tres hombres adultos a lo largo de un año. Esta vez se trata de un manga de Naito Yamada, y como era de esperarse, la crítica volvió a cargar contra Hiroki. “No es que todas las colegialas de mi país tengan hoy en día una conducta sexual tan extrema. Pero lo cierto es que, por suerte, están lo suficientemente modernizadas como para hacer lo que quieren y cuando quieren, sin demasiados prejuicios”, descargó el director.
It's Only Talk (Sólo son habladurías, Yawarakai seikatsu nos encuentra en 2005, relatando la historia de Yuko, una mujer en sus treinta padeciendo una severa depresión. Interpretada una vez más de manera magistral por Terajima, Yuko aparece soltera, con profundos sentimientos de aislamiento y orfandad, vive con una economía muy al día, y trata de paliar su soledad contactándose con personas por la internet. Una superpoblada ciudad asiática será el marco de este melodrama sobre relaciones humanas de alto impacto, en donde Hiroki vuelve a mostrar su particular ojo para retratar la sensibilidad femenina. Ganadora de la octava edición del Festival de Cine Asiático de Barcelona, “It’s Only Talk” pudo soportar el enorme peso de su anterior Vibrator, y afrontar con aire las críticas.
En 2005 formó parte del compilado Female (Femenino - Fîmeiru) en el que aportó su corto Taiyô no mieru basho made (Conduzca hasta que vea el sol). En este trabajo se cuentan historias sobre mujeres realizadas por directores japoneses, y como no podía de otra forma, Hiroki estuvo allí presente.
Quien tenga posibilidad de acercarse a este excelente realizador no volverá a mirar a una mujer de la misma forma. Hiroki es capaz de hacer de que los hombres comprendan más de los silencios femeninos, de sus miradas y cavilaciones, de sus incomodidades y de sus momentos de duda. Y las mujeres estarán más que agradecidas de sentirse al menos un poco más en compañía.
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