domingo, 6 de junio de 2010

Nórdicos



Parada de buses en Oslo.
Se indica el tiempo restante
para el próximo servicio.

Parte 2: Horarios


“Y claro, allá todo funciona a horario, tomás un tren a que dice 14:06 y sale 14:06, 14:07 a más tardar”, espeta un corregidor de la brigada MPP Norte. Tuve algunas demoras en uno que otro transporte, pero no voy a contradecir el comentario: en general el servicio de trenes, que fue el más utilizado en el viaje, fue soberbio. El ferrocaril sueco es el SJ, Statens Järnvägar, que se traduce al español como Ferrocariles Nacionales. Trenes públicos. Hablo de viajes en días de semana al extremo norte del país, 100 kilómetros por encima del círculo polar ártico, en los cuales en cada vagón había un promedio de 4 (cuatro) personas. En Noruega, el costo del boleto incluía una frazada, una almohada inflable, anteojeras y tapones para los oídos, todo en una simpática bolsita que decía “Esperamos que disfrute de este kit, tanto en el viaje como en su casa”. Y no aparece, ni siquiera se menciona, la relación de costo; ningún economista osa demostrar la rentabilidad de ese servicio en pos de transferirlo a una empresa privada: los trenes son partimonio y orgullo público.

Pero si de reloj se trata, en el ámbito privado también se precian de ser puntuales los escandinavos. Los comercios que venden artículos de primera necesidad como supermercados, a determinada hora… ¡cierran! Y los fines de semana, abren los sábados y con horario reducido. A nadie se le ocurre ir a comprar una cerveza o un paquete de fideos a las nueve de la noche, como así tampoco, olvidar hacer las compras un fin de semana. En Helsinki dí con la fortuna de tener un pequeño súpermercado que estaba abierto los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, y estaba claramente identificado, porque era uno de los pocos que están asignados a cada barrio. Y era atendido sólo por el cajero. En Oslo tuve que ir un domingo a comprar un análgésico a una farmacia de autoservicio, y noté que los productos tenían dos precios, uno ligeramente superior que el otro. Al llegar a la caja, me cobraron el más caro, y cuando pregunté a qué se debía, me respondieron que era el precio que corresondía al fin de semana. Se supone que con este diferencial se compensa el salario extra por día no laborable.

Presentación
Parte 1: Espacio público
Parte 3: Bicicletas
Parte 4: Pueblos originarios
Parte 5: Salud y educación
Conclusión

No hay comentarios:

Publicar un comentario